Estrenando, empezando de nuevo, siempre empezando...
Hay cosas que nos hace ilusión empezar. Esa ilusión es el impulso que nos empuja a continuar durante un tiempo hasta que la rutina nos pide que empecemos otra cosa nueva... Mi rutina, y porqué no decirlo, mi cansancio del planeta, me ha hecho empezar de nuevo, con otra página en blanco, con otro cuaderno en blanco, pero esta vez y extrañamente, sin ese impulso inicial.
Puede que con el tiempo las cosas dejen de tener el mismo efecto en nosotros, o puede que no... Puede que a veces las ilusiones se tornen miedos, que el impulso se torne parálisis y el terror al gris, a esa sensación intermedia que es la rutina y el desazón y la apatía y la monotonía... Te invadan hasta tal punto que absorban todos los colores del universo hasta no dejar más que un punto a tus espaldas... la puerta que abriste y por la que llegaste hasta aquí.
Puede ser que creas que el tiempo cambia, que las cosas pasan o que, tarde o temprano, todo llega... Pero en este lugar, para mi, lo que ha llegado es la incertidumbre.
Y el miedo al gris, el terror de que me invada de nuevo... me ha llevado un poco más allá, hasta la oscuridad total. Hasta el lugar donde colapsas la luz que quedaba y ya no puedes verte ni a ti mismo... Allí donde habita el olvido, allí donde empieza una nueva edad oscura...
